La tisana o infusión es una bebida, que aporta múltiples beneficios terapéuticos. Su irremediable atractivo se basa en su agradable sabor y su accesibilidad. Sus elaboraciones e ingredientes para todos los gustos la convierten en la favorita de muchos. Alternar su consumo con el de café puede marcar la diferencia.

A día de hoy, todos nos preocupamos por nuestro bienestar. Es por eso que, (introducir coma) habituarnos a tomar una tisana al día, puede contribuir a mejorar nuestra salud. Además, podemos adaptar la tisana a nuestro gusto, en esto tenemos total libertad.

A las tisanas se les atribuye propiedades antioxidantes, depurativas, diuréticas, antiinflamatorias y digestivas, como pasa con el té verdeHierbas y raíces son los protagonistas de esta fácil elaboración. Tomarla en ayunas o después de las comidas nos ayudará a beneficiarnos de sus múltiples propiedades y beneficios. En el siguiente enlace te podrás descargar gratuitamente una guía muy completa sobre las propiedades del té verde y cómo su consumo habitual puede beneficiar a tu salud.

¿Cómo preparar una tisana?

Basta con hervir los ingredientes en agua. Una vez lograda la ebullición, se apaga el fuego y se procede a dejar que la bebida repose. Hay que tener en cuanta que, a diferencia del té, en el caso de las tisanas lo que se busca conseguir es liberar la mayor cantidad de fitoelementos presentes en los ingredientes. Por esto, es será necesario que el agua esté bastante caliente (el punto de ebullición es un buen punto de referencia) para que podamos aprovechar al máximo todos sus beneficios.

¿Cuándo debo tomar una tisana o infusión?

En realidad se pueden tomar en cualquier momento. Sin embargo, lo más recomendable será hacerlo o bien en ayunas para limpiar el estómago, o después de las comidas para facilitar las digestiones. En el caso de tomarlas en ayunas van a tener un efecto desintoxicante muy importante, así como una mayor facilidad a la hora de acelerar el metabolismo natural del cuerpo. Mientras que, después de las comidas, su principal función estará destinada a mejorar las funciones hepáticas del hígado encargadas de la metabolización de los alimentos ingeridos.

Beneficios de una tisana:

  • Antioxidantes: Este tipo de tisanas destacan por tener un alto nivel y variedad de antioxidantes, que son los responsables de contrarrestar los efectos de los radicales libres, que son los causantes del envejecimiento prematuro en todos los órganos, especialmente en la piel, ya que es el que se encuentra más expuesto a los mismos. El té verde destaca como la principal infusión de este tipo.
  • Relajantes: En este caso, estaremos hablando de hierbas medicinales como la melisa, la valeriana, la tila o el romero. Este tipo de tisanas se caracterizan por influir en el sistema nervioso y tener efectos relajantes sobre el mismo. Esto significa que van a contribuir a contrarrestar la irritabilidad, la ansiedad, los ataques de pánico o el insomnio, por lo que representan un tipo de tisanas muy útiles.
  • Digestivas: Tomar tisanas después de las comidas contribuye a mejorar la digestión. Un gesto tan sencillo como este, puede ayudarnos a evitar las digestiones pesadas y largas, así como el exceso de gases. Existen muchas tisanas destinadas a favorecer la salud digestiva. Las más importantes son la manzanilla y la familia de las mentas (donde destaca el menta poleo como la más efectiva de todas). En el caso de la manzanilla, lo más recomendable es usarla cuando el estómago se encuentra enfermo o saturado de comer. Mientras que, en el caso del menta poleo, sus efectos van a favorecer la función digestiva del hígado, por lo que va a permitir aumentar los ácidos que este órgano produce de forma natural para realizar la digestión.
  • Depurativas: Este tipo de infusiones o tisanas se pueden consumir tanto después de las comidas como entre ellas. Su función está destinada más a eliminar las impurezas que el cuerpo acumula a partir de su actividad diaria y a causa de los alimentos que ingerimos. En este sentido, las principales infusiones que podemos tomar son aquellas que favorecen la acción de los pulmones, el hígado, el intestino y los riñones, que son los órganos que están relacionados con la excreción de las toxinas que se acumulan en nuestro cuerpo. De este tipo de infusiones cabría destacar la cola de caballo, de nuevo el menta poleo y el té verde, así como el cardo mariano.
  • Anti-inflamatorias: En este grupo de tisanas se encuentran aquellas que tienen un efecto directo sobre la inflamación de los tejidos, lo que significa que son infusiones que nos van a poder ayudar a la hora de combatir enfermedades como la artritis o la acumulación de líquidos excesiva. En este tipo de tisanas encontramos algunas que ya hemos mencionado con anterioridad como el té verde y la manzanilla, aunque también caben mencionar las infusiones a partir de raíz de jengibre, orégano y tomillo.

Como se puede ver, muchas de estas tisanas pertenecen a varios tipos de infusión. Esto se debe a que, por sus propiedades, permiten usos muy variados tanto de un tipo como de otro, lo que las hace todavía más útiles y valiosas a la hora de cuidar nuestra salud.  

Tisanas más comunes y que no deberían faltar en ninguna casa:

  • Té verde:Aunque los tés muchas veces se consideran de forma independiente a las infusiones debido a la gran variedad que existe, en realidad constituyen la infusión más común de todas. De hecho, el té verde es el mejor de todos los que podemos consumir gracias a sus múltiples beneficios, entre los que de destaca sobre todo la cantidad de antioxidantes con la que cuenta. Además, acelera el metabolismo, previene la caída del cabello, combate enfermedades degenerativas, estimula el sistema inmunitario, combate la artritis y actúa como estimulante moderado gracias a la cafeína.
  • Manzanilla: Es valorada y utilizada principalmente por sus propiedades digestivas. Una tisana de manzanilla después de la comida, es muy beneficiosa para facilitar la digestión. Su suave sabor es un agradable punto final a cualquier comida.
  • Menta poleo: Al igual que la manzanilla, se trata de una infusión digestiva, pero en este caso se trata de una infusión especialmente recomendada para digestiones muy pesadas. Mientras que la manzanilla sirve para proteger el estómago en general, el menta poleo nos va a ayudar a digerir de forma rápida y a expulsar con mayor facilidad los gases acumulados a causa de las comidas más copiosas.
  • Tisana de jengibre y limón: El jengibre es antiinflamatorio, digestivo y combate gripes y resfriados. El limón aporta múltiples vitaminas y minerales, además de estimular el sistema inmunitario, es cicatrizante y equilibra el sistema nervioso.

Fuente: Umai Cha